enero 21, 2020

Soy vegana y no creo que todo el mundo deba serlo. Acá te explico por qué

Cuando voy por primera vez a un sitio en el que la gente no sabe que soy vegana, me cuesta. Antes pensaba que la razón por la que me molestaba era porque me daba pereza tener que oír a todo el mundo preguntarme por qué me había vuelto vegana -o vegetariana en su momento- o de dónde sacaba la proteína y 50 cosas otras más. Pero me di cuenta de que la razón por la que me molestaba era porque ni siquiera yo tenía claro por qué me había vuelto vegana.

Para mí había sido un paso natural a mi estilo de vida. Desde que cumplí los 20 años había dejado la carne y la leche. Claro, con idas y venidas porque no es fácil volverse vegetariano en una sociedad en donde la carne es el centro de todo plato. Pero para mí cada paso había sido muy natural. Nunca fue un sacrificio o una restricción.

¿Y por qué les cuento todo esto? Porque si bien este es el estilo de vida que yo escogí para mí, no significa que considere que todo el mundo deba ser vegano. Conozco una cantidad de personas que se sienten mejor cuando comen proteína animal (la pregunta es cuánta… pero ese es otro tema, para otro post).

Últimamente oigo de un montón de gente que ha decidido volverse vegana -sobre todo después de ver ese documental de Netflix, Cambio Radical– y les digo la verdad, en vez de hacer un “urraaa” en mi cabeza, volteó los ojos como el Emoji de whatsapp. No tiene sentido, ¿cierto?

Pues la razón por la cual no salto en una pata cada vez que alguien decide ser vegano es 1. porque creo que, si no tienen claro (como a mí me pasaba en su momento) por qué quieren hacerlo, va a ser muy difícil que lo puedan cumplir. Y 2. Porque ser vegano implica una conexión mayor con tu cuerpo y una mayor responsabilidad con tu panza. No puedes darte el lujo de comer por comer, como lo hemos venido haciendo todos desde hace siglos. Ser vegano implica ciertos compromisos que les voy a compartir a continuación:

Debes estar más presente.

Si yo pienso en mi manera de comer, no en los alimentos sino en el acto en sí, recuerdo cómo me engullía -literal- la comida con el computador al lado, el celular en la mano o trabajando al mismo tiempo. Cuando decides ser vegano no puedes darte ese lujo. ¿Y por qué? Porque serlo significa que debes romper con una cantidad de paradigmas que tenías sobre la alimentación. Por ejemplo, el plato ya no gira en torno a la proteína animal. No decides si vas a comer carne, pollo o pescado y qué “acompañamientos” vas a elegir. Ahora, esos “acompañamientos” son tu plato fuerte y eso les cuesta mucho a las personas que hacen la transición.

Entonces, ¿por qué estar más presente? Porque tienes que asegurarte que te estás nutriendo bien. Que ese plato tiene todo lo que necesitas para tu funcionamiento. Y no estoy hablando del debate de aminoácidos completos o no. Hablo de estar presente y consciente de lo que hay en tu plato.

Conocer los alimentos.

Y esto va muy en línea con el punto anterior. Debes conocer los alimentos y sus propiedades para asegurar una alimentación completa y nutritiva. Ya no puedes darte el lujo de pasar por la vida sin saber qué te estás comiendo. Si quieres elegir este camino, debes informarte.

Un gusto por la cocina.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De pronto cuentas con la suerte de tener a alguien que cocine para ti, pero aún así, este estilo de vida demanda un gusto por la cocina, o al menos, por buscar recetas nuevas. Como mencionaba anteriormente, parte del éxito de esto es entender que estás rompiendo con muchos paradigmas (como la del plato).

Así que lograrlo requiere de algo de creatividad y curiosidad por la cocina. Por ejemplo, las ensaladas cambian completamente, ya no son la típica ensalada colombiana con lechuga crespa, tomate, aguacate y cebolla en julianas. Las ensaladas llegan a otro nivel (es más, ¡yo nunca como lechuga!).

Una mayor conexión con tu cuerpo.

Para mí, como Health Coach, lo mejor que puedes hacer para tu alimentación es aprender a oír tu cuerpo. Más que la dieta o estilo de vida que decidas seguir se trata de conectarte con tu cuerpo para aprender qué alimentos son los que te ayudan a volar y cuáles son los que te hacen sentir mal. Eso requiere de tiempo, conciencia y determinación.

Por esto fue que yo no tenía completamente claro por qué me había vuelto vegana. ¿Por los animales? Sí, ¿por el medio ambiente? También, ¿por la salud? Por supuesto… Pero todas estas fueron razones que simplemente reiteraron mi decisión pero no fueron la principal motivación. Yo me volví vegana porque aprendí a escuchar mi cuerpo, a entender sus señales y comprender lo que me estaba pidiendo. Yo me volví vegana sin esfuerzo, porque simplemente llegué dando los pasos (de tortuga cabe mencionar) que mi propio cuerpo exigía.

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3 comments on “Soy vegana y no creo que todo el mundo deba serlo. Acá te explico por qué”

    1. ¿En qué situación se podría dar eso? Creo que es hasta más fácil conseguir frutas y semillas! Tampoco creo que vaya a enfrentar una situación de ese tipo. Sin embargo, si fuera así, aunque poco probable, haría todo lo que fuera por sobrevivir. Gracias por comentar!

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