Ya habíamos hablado de cómo las granolas tienden a ser el típico alimento que se esconde detrás de la fachada de lo “saludable”, pero muchas veces las que encontramos en los supermercados, están llenas de azúcares, conservantes, colores y sabores artificiales. A esta versión llegué tratando de hacer una granola que no tuviera nada de dulce, ni miel de ningún tipo ni panela (generalmente endulzo con estos alimentos). Esta receta está endulzada naturalmente con el banano, y su combinación con el coco la hace lo suficientemente “crunchy” y dulce para comérsela en una sentada.
Es una receta muy sencilla y fácil de hacer. El banano funciona como el pegante que necesitamos para que quede masacotuda, las semillas de calabaza son clave para el aporte de hierro (sobre todo para las que estamos embarazadas), y el coco es la grasa saludable que necesitamos para mantenernos llenos por más tiempo.
Les recomiendo hacer suficiente para guardarla en varios frascos de vidrio, y así tener para toda la semana. ¡Espero que les guste! Aquí se las dejo…
Receta
Ingredientes
- 2 tazas de avena en hojuelas
- 1 taza de coco rallado
- 1/2 taza de semillas de calabaza
- 1/2 cucharadita de canela
- 1/4 de cucharadita de sal
- 1 banano maduro
- 2 cucharadas de aceite de coco derretido
Preparación
- Precalienta el horno a 180 grados Celsius
- En un bol grande, combina la avena, el coco, las semillas de calabaza, la canela y la sal.
- Añade el banano maduro y el aceite de coco. Usa una cuchara para asegurarte de que toda la mezcla queda untada.
- Pon la mezcla en una refractaria y deja en el horno durante 45-50 minutos, revisando cada 15, y dándole la vuelta a las hojuelas.
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