¿Te has puesto a pensar por qué, a pesar de haber intentado todas las dietas, programas de gimnasio, pastillas e inyecciones, no has logrado bajar de peso?
Tal vez hay algo más allá de un simple problema de “fuerza de voluntad”, y no se trata de tener el metabolismo o el cuerpo equivocado. ¿Has oído el refrán que dice, “si usted quiere resultados diferentes no siga haciendo la misma cosa”? O bueno, algo así dice. A mí me encanta porque tiene que ver TODO con las dietas.
Si tú llevas AÑOS haciendo dieta tras dieta y aún, 1. No tienes el peso que tanto has querido, o lo has alcanzado, pero no lo has logrado mantener, 2. No importa lo que te pongas no te sientes bien contigo misma, y 3. Sigues viviendo en función de la comida, si comiste, si no comiste, si eso engorda, eso no engorda, ALGO NO ESTÁ FUNCIONANDO. ¿No crees?
Quizás el problema no es tu “falta de fuerza de voluntad” sino la manera en que te relacionas con tu cuerpo y con la comida. Una relación que vienes forjando desde hace 20, 30, 40 o 50 años, y que está tan codificada en tu memoria que te es supremamente difícil de romper.
Tal vez es hora de cambiar el vehículo o “el plan” que llevas manejando desde hace años para conseguir esa “gran meta”, la de tener un cuerpo lindo, delgado, incluso tonificado y, sobre todo, poder sentirte bien.
Hay muchas cosas que puedes hacer para identificar, entender, perdonar y soltar la relación que tú tienes con la comida. Justamente a eso me dedico yo, a ayudar a mujeres que llevan años librando una batalla con la comida a: 1. Bajar de peso sin hacer dietas, 2. Mantenerlo, y 3. Sobre todo, dejar de vivir con tanta ansiedad y tanta culpa.
En otro post te puedo compartir algunos de mis ejercicios preferidos para desbloquear la mente y el corazón pero hoy te quiero hablar de la posibilidad de “un nuevo plan”, de buscar ese nuevo “vehículo” para cumplir tus metas, sin tener que hacer dieta, sufrir, contar calorías, macronutrientes o gramos de nada (¡uff y ni me pongas a hablar de esas dietas en donde toca pesar todo!).
Hoy te voy a compartir 5 consejos para que salgas YA de esa mentalidad de “dieta” y empieces a pensar en términos de hábitos sanos y estilo de vida.
1. Come siempre lo más natural posible.
Cuando los alimentos atraviesan cualquier proceso, pasan 3 cosas: 1. Pierden fibra, 2. Pierden nutrientes y 3. En el caso de productos ultra procesados e industrializados tienen químicos como ingredientes; colores y sabores artificiales, conservantes, etc.
Y esto es cierto para la manzana que vuelves jugo en tu casa, el arroz blanco versus el integral o la harina que se convierte en pan. Esto no quiere decir que tengas que hacer todo de ceros, ¡por favor! No vivimos en la jungla. Pero sí se trata de generar esa conciencia de elegir siempre lo más natural posible.
Elimina los alimentos procesados de tu dieta, prefiere el pan de masa madre, artesanal, de granos en vez del pan blanco tajado. Come frutas, verduras, cereales integrales y granos. No comas comida que viene enlatada o congelada (excepto frutas y verduras).
2. Toma MUCHA agua.
Tu cuerpo es 80% agua, y el agua nos ayuda a eliminar toxinas, mantenernos llenas y mucho más. Procura tomar hasta tres litros de agua al día. ¡Sí tres!
3. Come más fibra.
Para mí la fibra es lo MÁS IMPORTANTE a la hora de llevar una vida sana y controlar tu peso. La fibra no solo te ayuda a sentirte llena por más tiempo, también es el alimento de las bacterias que tienes en tu microbiota. De la misma manera es la responsable por proteger todo tu tracto digestivo, y te ayuda a controlar y mejorar los síntomas de colon irritable.
¿Qué tiene fibra? Frutas, verduras y cereales integrales. Así de fácil es. Intenta consumir hasta 5 porciones de frutas y verduras en el día.
4. Muévete todos los días.
Hay que dejar de hacer esa asociación del ejercicio como mecanismo para bajar de peso, quemar calorías, etc. ¡Sí! Por supuesto ayuda con todo eso, pero el ejercicio también ayuda a tener una mente y un corazón sano.
Intenta mover tu cuerpo todos los días al menos veinte minutos.
5. Medita
Meditar y dar gracias para mí son las pautas más importantes para una vida feliz y bendecida. Cuando tú arrancas el día dando gracias, empiezas a ver todas las cosas buenas y bonitas que pasan en tu vida. Y, cuando ves eso empiezas a CREER, a creer que las cosas buenas te pasan a ti. A dejar de vivir la vida a través de los ojos de una víctima: “a mí siempre me pasa esto…”
Si quieres saber más sobre este “nuevo camino” no dudes en escribirme a juliana@julianapineda.com
Si no has descargado mi eBook, haz clic aquí. En él te comparto mi historia, todas las dietas, inyecciones y hasta pastillas que alcancé a tomar, pero sobre todo, te comparto las herramientas que me sirvieron (y sigo utilizando hoy) para romper el ciclo, liberar mi mente de toda esa culpa, y aprender a comer sano y feliz.