Durante muchos años me alejé de la pasta. No había poder humano que lograra que yo comiera pasta o pan. Venía de la vieja guardia, de la teoría en la que todos los carbohidratos son malos y engordan. Pasaba saliva en cada restaurante para no tocar el pan hasta que se volvió una costumbre. ¡Hoy en día, de las cosas que más disfruto, es una buena pasta con un buen vino!
Para mí no hay nada más rico que llegar un viernes a la casa, cocinar con mi esposo y abrir una buena botella de vino. La pasta es súper versátil, puedes sazonarla como quieras y cocinarla con los toppings que quieras. Nunca sabe igual, es un poder casi mágico.
Ahora, incluso cuando comía lácteos, nunca fui de las que pedían pastas con salsas cremosas. De hecho les huía sin cansancio. No solo “engordaban”, sino me hacían sentir como una bomba de helio a punto de explotar. Pero una buena pasta con pesto, ufff eso no lo cambia nada. Así que cuando finalmente hice la transición al veganismo, me puse en la tarea de encontrar una buena salsa pesto. Fácil de hacer, cremosa, con todo el sabor que requiere el pesto y fue así que encontré esta y aquí les dejo la receta.
Ingredientes
- 3 porciones de pasta
- 100 gramos de marañones
- 1 aguacate
- El jugo de un limón y medio
- 25 gr de albahaca
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 3 cucharadas de agua
- 1 cucharada de levadura nutricional
- 1 ajo picado y pelado (o en polvo al gusto)
- Pizca de sal
Preparación
- Pon 50 gramos de los marañones en un procesador de alimentos durante algunos segundos, hasta que se rompan un poquito pero no queden como harina. Ponlos a tostar en el horno durante 10 minutos.
- Añade el resto de los ingredientes, sin contar la pasta, al procesador de alimentos hasta que te quede suave y cremosa.
- Revuelve con la pasta (cocinar según las indicaciones del paquete) y sirve con el resto de los marañones.
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*Receta de Deliciously Ella
