Cuando quedé embaraza de Juan Antonio, sentí una alegría tan grande, y una emoción tan difícil de describir que quería contarle al mundo entero que iba a ser mamá. Pero por alguna razón sabía que no podía, que la práctica común era esperar hasta los 3 meses para contar esta gran noticia. Los médicos además reiteran esta práctica, y su razón es muy sencilla: se debe asegurar la viabilidad del embarazo antes de que le contemos al mundo entero que vamos a ser papás.
Tradición Kundalini
En Kundalini yoga pasa algo parecido. Según las enseñanzas de Yogi Bhajan, a los 120 días de concepción nosotras nos convertimos en madres y nuestros bebés reciben su alma. Concretamente, “al cumplir los 120 días de embarazo, la fuerza creativa le concede la encarnación completa al alma y ese mismo día, el punto del ombligo de la madre se activa para nutrir el alma del bebé”. Es un momento importantísimo para nosotras y para nuestro bebé. En la medicina tradicional, estamos hablando de un “embarazo viable” y para la tradición yóguica, nuestro bebé ya tiene alma, por lo que todo lo que queramos darle a esa pequeña persona -fuerza, valor, espíritu, etc.- es este el momento de transmitírselo.
Todo lo que nosotras experimentamos desde entonces, miedos, felicidad, tristeza y todo lo que hagamos en búsqueda de esa fuerza y paz interior, se lo transmitimos directamente a nuestro bebé. Es el cierre de un ciclo y el comienzo de otro, es el paso de un umbral y la definición de nuestra maternidad, así como el inicio de la construcción de la personalidad de nuestro chiquito. Por eso, y así como celebramos el día que nos unimos a nuestras parejas, el día que nos graduamos de la Universidad, o el día que cumplimos cierta meta, este día es motivo de festejo.
La celebración
Según la tradición Kundalini, a los 120 días de embarazo invitamos a nuestros familiares y amigos más cercanos a festejar el embarazo. Generalmente se convierte el momento de la noticia. Todos se reúnen a meditar, cantar y reflexionar sobre este nuevo alma. Es además, la oportunidad perfecta para que el círculo social y familiar que va a rodear a este bebé pueda rezar por su salud espiritual, mental y física e inspirar y guiar al bebé.
¿Qué hacer?
Te sientas en un lugar de honor, que ha sido previamente decorado por todos tus seres queridos. Todos llevan algo de comida (la madre no debe hacer nada), y comparten mantras y canciones para celebrar la llegada del alma. Los invitados traen regalos para honrarte a ti y a tu familia, transmitiendo toda la energía positiva posible.
Recuerda que más allá de la celebración de este importante hecho, se trata de entender que desde este día, todo lo que tu piensas, haces, y sientes se lo transmites a tu bebé. Por lo cual es el momento perfecto para empezar una práctica de yoga consciente y una meditación diaria que pueda fortalecer ese vínculo entre ustedes dos. Toda esa conciencia y toda esa fortaleza interna que vas a construir desde ese entonces, es lo que le vas a transmitir a ese chiquito.
Conectándonos con nuestro bebé
Por ello, con esto en mente les dejo un ejercicio para conectarse con su bebé, tal y como lo recomienda Gurmukh en su libro “Bountiful, Beautiful, Blissful”.
- Siéntate en posición fácil
- Junta las palmas de tus manos al frente de tu nariz, los codos paralelos al piso. El dedo corazón debe estar a la altura de tus cejas.
- Enfoca tu mente en el entrecejo. Ojos cerrados
- Respira largo y profundo por 11 minutos
El embarazo puede ser el regalo más lindo que nos ha dado la vida y es normal que salgan una cantidad de sentimientos a flote desde si estoy cuidando bien a mi bebé a cómo hablar con mi pareja sobre mis miedos, expectativas y lo que se viene. Si necesitas alguien con quién hablar, un partner más en este proceso, no olvides dejarme tus datos. Mi programa para embarazadas incluye desde alimentación sana, meditación, yoga prenatal y más! Inscríbete en este link.
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