En esta época de pánico, de crisis mundial por el Coronavirus me parece importante darles opciones sanas y prácticas de fortalecer su sistema inmune y subir defensas. Así que por lo pronto estaré subiendo varias recetas y artículos relacionados con el tema.
Por supuesto del virus no les voy a hablar. ¡No tengo ni idea del tema! Eso ya se lo dejamos a las personas encargadas y competentes. Sin embargo, sí me parece importante estar alertas a lo que está pasando, estar informados (y bien informados) y sobre todo, tratar de mantener nuestras rutinas, en la medida de lo posible.
Así que hoy les traigo una receta de Kvass, que es una bebida fermentada a base de remolacha. Aquí la clave es el líquido que suelta. Lo ideal es tomarse un shot diario (un shot como de aguardiente).
Recordemos que las bebidas fermentadas son probióticos, o bacterias buenas que podemos ingerir a través del alimento. Nos ayudan a fortalecer la microbiota, o ecosistema de bacterias que habitan en nuestra flora intestinal. El 80% de nuestras defensas salen de ahí. Así que la salud de la microbiota es fundamental para nuestro bienestar. Próximamente haré un post sobre esto.
Mientras tanto, les dejo la receta del Kvass.
Ingredientes
- 3 remolachas medianas
- 2 cm de jengibre
- 2 cucharaditas de sal marina
- 1-2 litros de agua filtrada
Preparación
- Quitarle la cáscara a la remolacha y picar en cubitos.
- Poner la remolacha picada en un bowl y agregar las 2 cucharaditas de sal marina. Masajear y combinar bien.
- Agregar la remolacha a envase de vidrio y mezclar con el agua.
- Dejar reposar a temperatura ambiente durante 2-5 días (mientras se fermenta). Una vez fermentado, ya lo puedes guardar en la nevera.
- Tomar un vasito pequeño o shot diario del líquido.
- Una vez se acabe el líquido puedes volver a agregar 1 litro de agua y dejar fermentar durante 2 días. Después de la segunda fermentación ya debes botar las remolachas y empezar de cero.
Si no has descargado mi eBook, haz clic aquí. En él te comparto mi historia, todas las dietas, inyecciones y hasta pastillas que alcancé a tomar, pero sobre todo, te comparto las herramientas que me sirvieron (y sigo utilizando hoy) para romper el ciclo, liberar mi mente de toda esa culpa, y aprender a comer sano y feilz.
