El cuerpo es una máquina mágica. Es perfecto y SIEMPRE va a tratar de llevarte al equilibrio. Por eso, todo, absolutamente todo es un mensaje de tu cuerpo. Incluso el estreñimiento que tienes después de las vacaciones, el grano que te salió en la barbilla o el dolor de cabeza de esta mañana. Todos son mensajes de tu cuerpo y aprender a entender y escuchar sus alertas es fundamental para mantener ese equilibrio.
Quiero contarte la historia de mi pie, y de cómo ignoré todas las alertas de mi cuerpo y terminé con un yeso, muletas y saltando en un pie todo el día 😂.
La historia es así. Poco después de que nació Gabriel sufrí un horrible esguince y me rompí el ligamento astragaloperoneo (y sí, así se llama, aunque parezca una palabra sacada del vocabulario de Juan Antonio 😂), que supuestamente es el ligamento más resistente y según google “pocas veces se lesiona”. Bueno pues yo me lo lesioné y no un poquito sino MUCHO. Básicamente mi ligamento es un hilo dental, mi pie “pende de un hilo” … literalmente 😱😱.
Lo peor no es eso. Lo peor es que antes de conocer el diagnóstico, justo después de la caída, ignoré la lesión por muuucho tiempo, haciendo mil excusas por no ir al médico, “Gabriel está recién nacido”, “no tengo tiempo”, “tengo que empacar, o vender todo mi apartamento”.
Bueno pues el resultado de IGNORAR COMPLETAMENTE MI CUERPO DURANTE MESES es este: un dolor que no te puedo explicar, verme obligada a parar completamente mis rutinas de ejercicio, no poder alzar a Gabriel, ni manejar, ni correr con Juan Antonio; además de verme obligada a pasar por una cirugía larga y de dura recuperación 😱😱
Siempre le digo a mis clientes que el cuerpo es una caja máquina perfecta y que la clave de todo es estar conectada con tu cuerpo para escuchar todas sus alertas. Un dolor de cabeza no es “de la nada”, ni siquiera un antojo “pasa porque sí”. Tu cuerpo es una máquina perfecta que te está hablando SIEMPRE y es tu responsabilidad aprender a escucharlo.
Así que hoy estoy aquí para que no la embarren como yo 🙈, porque nunca pensamos en la salud, hasta que el cuerpo nos OBLIGA a hacerlo y quizás ya es demasiado tarde.
Te quiero compartir 3 maneras de conectarte con tu cuerpo, para afianzar esa relación, para que aprendas a escucharlo y sobre todo, ¡no lo ignores! 🙂
¿Cómo conectarte con tu cuerpo?
🌟 Meditación body-scan: esta es una de mis meditaciones preferidas. Es muy sencilla pero muy eficiente.
Te sientas en tu lugar de meditación, sola, tranquila y sin ruido. Empiezas desde la punta de la cabeza hasta la punta de tu dedo gordo y lo que haces es que vas pasando por cada parte de tu cuerpo preguntándote cómo está, y sintiendo cualquier inconformidad, dolor, o sensación. Poco a poco vas pasando por cada parte de tu cuerpo y en las ocasiones en donde haya dolor o incomodidad te quedas ahí y a través de la meditación y la respiración vas sanando.
🌟Saciedad vs. hambre. Este es un ejercicio que siempre le pongo a mis clientes durante el programa. Durante un asemana, en una hoja en blanco anotas en la primera columna las comidas del día, “desayuno”, “snack”, “cena”, etc. (las que tú hagas). Luego, durante la semana y cada vez que comas te preguntas de 1-10 qué tanta hambre tienes y luego qué tan llena quedaste. Después de una semana vas a poder identificar patrones y ver a qué horas del día estás comiendo más o te sientes con más hambre.
Lo lindo no es solo el resultado, sino el proceso. Cuestionarte qué tanta hambre tienes cada vez que comes te obliga a CONECTARTE CON TU CUERPO.
🌟 Ayunar. Ayunar es una súper herramienta, si la sabes hacer y lo haces bien, claro está (y si tienes cualquier duda al respecto escríbeme). Ayunar no solo trae todos los beneficios que seguramente ya has oído, ayunar te obliga a conectarte con tu cuerpo a través de sus síntomas. Quizás al principio te sientes con fatiga, mucha hambre, o incluso mareo pero con el tiempo te vas a sentir es más ligera, mayor concentración y foco y vas a dormir mejor. Todo eso es conexión con tu cuerpo 🙂
Aquí están, las 3 herramientas que puedes usar para CONECTARTE CON TU CUERPO. Espero que te sirvan o al menos te hagan reflexionar sobre cómo puedes tú conectarte más con tu cuerpo.
Si te gustó este artículo quizás también te pueda gustar este.
Si no has descargado mi eBook, haz clic aquí. En él te comparto mi historia, todas las dietas, inyecciones y hasta pastillas que alcancé a tomar, pero sobre todo, te comparto las herramientas que me sirvieron (y sigo utilizando hoy) para romper el ciclo, liberar mi mente de toda esa culpa, y aprender a comer sano y feliz.